jueves, 1 de noviembre de 2007
Comienza la temporada de pesca...
Ante una nueva temporada de pesca nos encontramos que los residentes debemos oblar por el permiso el doble que en la temporada anterior, ahora son $40.- sin anestesia. Los genios que manejan el asunto determinaron un incremento del 100%, evidentemente muy por encima del promedio de la inflación... ¿cuál será el resultado? creo que quienes tenemos la posibilidad de pagarlo, sacaremos igual el permiso a regañadientes como todos los años, aunque sintiendonos cada vez más molestos con las "autoridades" que reglamentan la actividad y no hacen nada para evitar que los accesos a ríos y lagos estén disponibles de acuerdo a las normas legales vigentes en el país. Pero... una gran mayoría de gente que pesca todo el año, seguirá haciéndolo sin considerar siquiera la más remota posibilidad de comprar un permiso y otro gran amplio sector que tiene ingresos limitados (ahora más con la inflación de estos últimos meses) si consideraba en algún momento sacar el permiso, ahora no lo hará, pescará furtivamente y descargará su bronca sobreexplotando el recurso, total si mata muchas truchas jode a los que lo perjudican y le limitan sus posibilidades de estar dentro de la ley, es decir incluído... esta lógica de mercado implacable que sigue excluyendo a las mayorías en este país para todos los temas, también lo hace en materia turística o del ocio como le dicen ahora. Este sector, los que se dedican a "empresarios turísticos" mediante subsidios y privilegios y/o mediante la ocupación de tierras fiscales en muchos de los casos en torno a recursos acuíferos (ríos y lagos), es la misma que no considera "rentable" el turismo local, menos el turismo social, que solamente piensa en dólares o euros despreciando a los argentinos o subestimando su impacto económico en materia de turismo. La caza y la pesca nuestro país tienden a regresar a modos propios de la edad media en que el derecho de practicar estas actividades estaba limitado a la nobleza, ahora ese lugar lo ocupan los sectores de mayores ingresos que parecen disfrutar excluyendo al resto. Eso tiene un límite y como siempre el resultado será el incremento exponencial del furtivismo y el sacrificio desenfrenado de truchas, en definitiva va contra el recurso que se dice proteger cuando se toman estas decisiones trasnochadas.
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